Lo primero de todo es agradecer a nuestros compañeros de Jaén el magnifico día que nos hicieron pasar, lleno sobre todo de risas y de buenos momentos.
El día comenzaba con un sol radiante, el cual ya se echaba de menos y que a estas alturas de temporada a nuestros amigos verdes también les agrada. Llegamos al sitio acordado con mas ganas de pescar que de cualquier otra cosa, así que enseguida nos ponemos manos a la obra, a montar los patos y a llenar los bolsillos de los mismos hasta rebosar, tanto de señuelos, como de bocadillos y cerbecitas, dispuestos a pasar una buena jornada.
Nos echamos al agua bien cargados y todos con ganas de la primera picada, la cual no tarda en aparecer, 20 minutos escasos después de comenzar mi tocayo jiennense clava este precioso ejemplar, uno de los mas grandes y hermosos de la jornada, al que supo como camelarselo con una spinner. Y que nos animaba aun mas si cabe en este bonito día.
Seguíamos la ruta sin parar de pescar y sin salirnos del agua ni siquiera para comer y estirar las piernas un poquito, de lo a gusto que se estaba sobre ella. Salían los peces todavía tímidos del frío, pero se escuchaba cada pocos minutos a alguno de nosotros cantar una captura, mientras los demás compartiamos experiencias pasadas y las que transcurrían en ese mismo momento. Hasta dobletes se dejaban ver.
Bonito día que sin duda nadie olvidara, tanto por los peces que se dejaron ver y nos acompañaron, como por los numerosos buenos ratos que pasamos en compañía de estos buenos amigos y mejores pescadores. Esto hay que repetirlo.
